La población juvenil de 15 a 29 años de edad de la región Puno es de 347,091
jóvenes (173,816 varones y 173,275 mujeres) que representa el 27.4% de la
población regional. Según la Encuesta Nacional de
Hogares (Enaho) del 2009, del total de la población juvenil de 15 a 29 años, el
54.2% vive en condiciones de pobreza. La mayoría de estos jóvenes migran
principalmente de las comunidades campesinas
y de centros poblados a la ciudad capital de Puno y a la ciudad de
Juliaca, debido a las escasas condiciones de desarrollo en sus zonas rurales,
así como por la búsqueda de una mejor calidad educativa (secundaria y
superior), y de una mejor situación económica (empleo).
Esta problemática juvenil se origina en la
situación de marginación y discriminación económica, social, y cultural de las y los jóvenes de la Región de
Puno que limita su desarrollo personal, social, el acceso a los servicios
sociales y a oportunidades de empleo, lo cual se encuentra articulada a un medio ambiente
social marginarte y discriminador. En particular, los jóvenes de las zonas rurales de las 13 provincias se ven muy limitados en la
satisfacción de sus necesidades básicas de alimentación, vivienda, salud y educación;
la mayoría de ellos migran a las ciudades
de Puno y de Juliaca residiendo en los barrios marginales en condiciones
de pobreza y extrema pobreza.
En el área del ejercicio de ciudadanía, es resaltante su fragilidad
organizativa que se muestra en una marcada dispersión, desorganización; así como también El desinterés en la participación activa en
decisiones ciudadanas y la falta de motivación por un efectivo cambio social
que afecta a la gran mayoría de los
jóvenes.
Son pocos los
grupos juveniles organizados que funcionan con regularidad y estas Constituyen
algunas excepciones.
En los últimos años a iniciativa de
las organizaciones juveniles se han desarrollado eventos y actividades en la Region de Puno, con la finalidad de
fortalecer las capacidades y los conocimientos de los miembros de
organizaciones juveniles en temas referentes a la participación ciudadana y
política.
Ante la iniciativa de representantes
de las organizaciones juveniles y el legislativo del gobierno regional se planteó
la creación del Consejo Regional de la Juventud Puno COREJU , lográndose su
aprobación mediante Ordenanza Ordenanza Regional Nº 07-2011-PR-GR de
fecha 05 de Abril, luego reglamentándose mediante Decreto Regional N° 01-2012-PR-GR PUNO de fecha 09 de
febrero.
las referidas normas tienen el
propósito de contribuir al desarrollo integral de los jóvenes a través de la
institucionalización del Consejo Regional de la Juventud, para el cumplimiento
de sus fines y objetivos al amparo de la ley N° 27802, ley del CONAJU, y su
fusión mediante D.S. N° 001-2008 ED, al Ministerio de Educación, cambiando su
denominación de esta instancia a SENAJU, dispositivos legales que orientan las
acciones del Gobierno Regional en materia de política juvenil que permite
impulsar las condiciones de participación y representación democrática de los
jóvenes, orientados a la promoción y desarrollo integral de la juventud.
Pese a esta disposición tomada por el Gobierno
Regional, las organizaciones juveniles no se hacen propicias para tal efecto en relación a la
participación y representación activa de
los jóvenes en estas instancias, como la participación en cabildos abiertos,
rendición de cuentas, presupuestos participativos, consejos de coordinación
Regional y entre otras. Siendo estas promovidas e implementadas por funcionarios poco sensibilizados en
materia de juventud, de manera que son
ellos encargados de promover, invitar e integrar a los jóvenes en estos
procesos. Realizándolo solo de manera
superficial o simplemente para cumplir con algunos reglamentos, Donde solamente no toman en
cuenta las opiniones y propuestas vertidas por estos líderes juveniles, sino
también el boto de ellos. Trayendo consecuencias como la débil organización, bajos
o nulos presupuestos, deficiente participación ciudadana, escasez de líderes protagónicos, propuestas
imprecisas sobre sus demandas y necesidades, y bajísimo impacto público.
Propiciando a los jóvenes a crear una serie
de estrategias para la ejecución de sus programas y proyectos, como requerir
auspicios de instituciones privadas, partidos políticos y/o personajes, que
necesariamente no cuentan con las buenas intenciones en apoyar a los
jóvenes. Siendo estos vulnerables a caer
en intereses personales y/o institucionales ajenas a los intereses de los
jóvenes, confundiendo estas el aliado estratégico por el clientelaje político.
La dispersión de estas organizaciones
juveniles se manifiesta en un funcionamiento sin articulaciones efectivas entre
sí, debido a las diferencias existentes entre sus miembros, escasez de tiempos
y recursos, los celos y competencias, y las dificultades para construir
perspectivas de trabajo común. Asimismo, cuentan con escasos y muy débiles
nexos con instituciones gubernamentales y no gubernamentales, lo que les resta
posibilidades de incidencia en la dinámica de las políticas públicas de
juventud.
Juan Carlos Pari Ayque
Vicepresidente Nacional de la Federación
Peruana de Jóvenes